Tuvimos la oportunidad de estar con otras personas y otros lugares también relacionados con Āyurveda, que nos enriquecieron muchísimo. Es mucho más que solo dar clases. ¡Es una experiencia de transformación! Así lo viví yo.

Yo soy muy purista y muy tradicional, al igual que en mi práctica de yoga, y vi que esta era la escuela que más relación podía tener con la estructura universitaria como yo la entiendo, con la ventaja del profesorado nativo.

Esta me gustó porque ofrecían profesores nativos, lo cual es real, porque he podido comprobarlo ahora. Y me encantó la idea de que fuese directo de ellos, de los libros, de los Vedas. Es mucho más limpio y puro.

Estoy encantada, me gustaría repetir las Prácticas Tuteladas en la India. No hay ninguna otra escuela que recomiende. Busqué, seleccioné lo mejor y es lo que recomendaría a todo el mundo.

Recomiendo de todo corazón estudiar en la Escuela. Las clases son muy prácticas, muy amenas y  simulamos muchas situaciones reales. Y eso es un lujo, porque recibes una información que ya puedes aplicar al salir de clase.

Creo que es un aprendizaje que ha sido casi personalizado. Los grupos son bastante reducidos y, aparte de eso, son prácticos. Estoy muy contenta y satisfecha con el resultado, respecto a lo que esperaba.

Aquí vas directamente a tratar algo específico, todo está conectado, todo tiene relación, cada parte del cuerpo con la energía, con todo. Entonces, era algo tan completo, tan holístico, que dije: esta es la escuela.

El motivo principal para elegir esta escuela fueron los docentes. José Manuel llevaba una trayectoria muy larga en España, y la doctora Prachiti era hindú, con lo cual, mejor base que esa no podía escoger.

Podemos estudiar directamente de una persona nativa, que comprende la cultura india perfectamente, y con una formación que responde a un criterio original, con los textos clásicos y sin ninguna alteración o adulteración.